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Proyecto en progreso. 

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"El trabajo dignifica" es una frase que nos acompañaba hasta que empezamos a ver la realidad, el desgaste. 

La precariedad y las exigencias laborales que acaban deshumanizando en un tiempo en el que la productividad se enfoca como víctima del consumo, es la rueda que mueve la tuerca del mundo capitalista en el que vivimos.

Vivir para trabajar por unas condiciones que queman, física y mentalmente.

 El material que forma esta obra son los propios tickets, diseminados, de los clientes del último trabajo en hostelería, bajo las condiciones de la reciente pandemia en Madrid; además de los recortes de mi cara de los múltiples cvs que he ido acumulando y el molde de mi cara cuando todavía era estudiante universitaria, con veintidós años, antes de salir al mundo exterior.

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